lunes, julio 25, 2011

Mother India

Este fin de semana he visto el clásico “Mother India”, producido y dirigido por Mehboob Khan en 1957. 54 años después, la película continúa siendo uno de los grandes referentes del cine en el gigante asiático. El mensaje está de hecho aún muy vivo. “Mother India” relata las penurias cotidianas que cualquier indio puede llegar a padecer y las ejemplifica en la figura de Radha: primero esposa, luego madre y abuela, pero siempre y sin descanso, trabajadora.
Radha y su marido viven encadenados desde la boda a deudas invencibles con un tramposo prestamista del pueblo, quien perpetúa la extorsión aprovechándose de su analfabetismo y del desinterés de los ancianos del lugar en que venga la Policía a mediar en el asunto.
Cuando apenas está terminando de disfrutar la pareja de su recién casamiento, ya empiezan a llegar los hijos, uno, dos, tres... Con la llegada de los vástagos se impone la necesidad de trabajar más en el campo para poder alimentarlos. Pero el esfuerzo por cultivar más la tierra acaba matando a uno de sus bueyes y para mayor frustración el marido se queda inválido. Las tragedias continuarán sacudiendo a lo largo de la historia a la familia, que cada cierto tiempo tendrá que verse las caras con el usurero y luchará por conservar a toda costa la dignidad.
“Mother India” es capaz de reunir en algo menos de tres horas de cine puramente lineal y de manera sutil y sencilla muchos de los estereotipos de la India rural, que hoy sigue siendo donde vive la mayor parte de la población del país.
Pese a ser el primer generador de empleo, la agricultura atraviesa horas muy bajas en la India, con un crecimiento muy por debajo de la media del PIB. Miles de campesinos se quitan cada año la vida ante las dificultades económicas y otros emigran a las ciudades a malvivir con trabajos que tampoco mejoran sustancialmente sus condiciones.
“Porque nacemos / debemos vivir en este mundo / Si la vida es veneno / tenemos que beberlo¨, clama una de las canciones que Radha y sus hijos cantan mientras aran el campo a la espera de tiempos mejores. Una metáfora sublime con una fuerte carga religiosa, que en este caso del hinduismo no difiere gran cosa de otras religiones muy implantadas en la región como el islam, según las cuales uno debe aceptar la vida que le toca vivir.
La película también aborda el papel de la mujer en su relación con los hombres y la necesidad de conservar el honor. Sirva de muestra la siguiente estrofa.
“Una mujer debe defender su honor / Si vives honorablemente / Morirás honorablemente / Tu Creador no te abandonará / Nada es imposible si trabajas duro”.
En definitiva, un clásico muy recomendable para pasar una larga tarde domingo viendo una película entretenida antigua pero tremendamente actual.

Ver fragmento de la peli