domingo, marzo 19, 2006

Sociedad aletargada

El periodista y escritor austriaco Erick Hackl escribía este fin de semana en el diario Die Presse una interesante reflexión acerca de las secuelas que todavía quedan de la Guerra Civil en la sociedad espanyola y su comparación con el caso austriaco. El artículo está escrito desde un gran conocimiento de nuestra cultura por parte de una persona que a lo largo de su vida ha disfrutado de numerosas estancias tanto en Espanya como en Latinoamérica. Una idea me ha parecido especialmente lúcida, irrevocable y al mismo tiempo inquietante y posible objeto de debate. Me encanta además comprobar que las miradas que vienen de fuera son normalmente las más limpias, cuando experimentadas. Este es el extracto de la idea:

"Por qué ya no es la izquierda quien sostiene sus exigencias en la calle? Se ha normalizado el país o ha dado un giro político radical? Se puede decir que la clase dominante ve sus priviliegios seriamente amenazados o simplemente no quieren permitir que se llegue tan lejos? Se parecen sus manifestaciones a las movilizaciones de la alianza de ciudadanía, Iglesia y ejército que hace 70 anyos había conspirado contra la República? (...)"

Antes de las pasadas elecciones en las que el PSOE consiguió imponerse contra pronóstico al PP, la sociedad espanyola, y especialmente aquellos ciudadanos que se circunscribían desde el centro a la izquierda del espectro político, salía asiduamente a las calles para protestar contra las con frecuencia poco democráticas decisiones de un Gobierno del PP que en su segunda legislatura había dado un pronunciado giro hacia la derecha.

Dos anyos de Gobierno socialista y aquí ya no se moviliza nadie que no sea el PP o asociaciones de derechas. Alguna vez se ha visto a los nacionalistas pero siempre con intereses muy particulares. Será que estamos en un letargo? Zapatero ya no levanta tantas pasiones pero la audiencia se puede dar por satisfecha. Cuando llegue el momento de criticar la sustancia de sus actuaciones se hará pero es que hasta ahora lo más criticable sin lugar a dudas es el papel del principal partido de la oposición. Los populares vienen protagonizando desde hace meses un espectáculo lamentable en el que se han perdido el respeto y las maneras hacia todo adaversario político pero en especial hacia el Presidente del Gobierno y el resto de los integrantes del Ejecutivo.

El PP ha auspiciado el odio hacia Catalunya, la discriminación de los homosexuales y se ha entrometido en la política antiterrorista, por citar unos pocos ejemplos de entre un amplio abanico. Y todo acompanyado de multitudinarias congregaciones en las que el insulto ha sido siempre un invitado de preferencia. La crispación y la tensión son por desgracia el estado habitual del país. Nos merecemos un partido tan destructivo? Creo que no. Creo que el principal partido de la oposición debe hacer como es natural oposición, pero intentando encontrar la crítica constructiva. En Espanya parece que de momento no es posible. Por eso, deberíamos empezar a pensar en despertarnos del letargo en el que nos encontramos y movilizarnos también.

1 comentarios:

A las 7:38 p. m. , Blogger azm ha dicho...

Algo similar ocurre en la Ciudad de México donde incluso se ha llegado a plantear el Manifestódromo o el Plantodromo (por los problemas de circulación que causan en una ciudad de 20 millones de habitantes); lo que sé es que esto se convierte en salir a protestar por el mero gusto de hacerlo sin propósito claro, sin oficio ni beneficio... habrá que ser más responsable independientemente de los polos que uno prefiera

saludos compadre

 

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