En vilo

Lo menos que se esperaban los alemanes era esto. Si estaban hartos de politica ahora tienen para rato. La cara de vinagre, sin frio ni calor de Merkel no ha terminado de enganchar a las masas que han preferido agarrarse al ultimo clavo ardiendo que les ofrecia Schroeder.
Los alemanes no querian reformas ni recortes a lo Hartz IV y estaban convencidos de que el bonachon de baja sajonia saldria de la cancilleria porque le tocaba, aun siendo conscientes de lo peor de la solucion democristiana. Pero puestos a hacer reformas mejor que las haga la izquierda, parece ser que la consigna de los de la rosa cundio al final. Se trata de ser buenos oradores y de hacer una campanya mas o menos decente.
Pues hete aqui que los germanos que creen tener siempre las cosas tan claras y ordenadas, tan sistematicos ellos con sus cortejos de juegos de corbatas a colorines y sus efectivos nombres de coaliciones jamaicanas o semaforicas se han dado en esta ocasion con un palmo en las narices. Y bien dado. Su maquinaria se ha atascado en el momento menos indicado, cuando las decisiones cruciales son necesarias ha sonado el timbre del recreo y por aqui nadie se quiere quedar sin el trozo de pastel que lleva la guinda. Puede ser solo el comienzo de una larga odisea y no sabemos ni por asomo cual sera el puerto al que llegaremos. Solo que alguien acabara apartandose de la marea.
Tenemos empate tecnico pero se mire como se mire quien desista cosecha una derrota dolorosa. Y los ciudadanos le importan a alguien? Se supone que se esfuerzan por el bien del pais pero cualquiera lo diria. Estan los inquilinos del Reichstag metidos en un laberinto mas enrevesado del que tienen a poca distancia de sus escanyos. Se admiten soluciones rocambolescas.

Memoria al holocausto
* Foto de arriba por cortesia de Marc Serena