viernes, agosto 13, 2010

El devastado noroeste trata de sobreponerse a las inundaciones





Igor G. Barbero
Nowshera (Pakistán), 12 ago (EFE).- Dos semanas después del inicio de las peores inundaciones sufridas por Pakistán, decenas de miles de personas intentan recuperarse de la tragedia mientras esperan asistencia en las zonas más afectadas del noroeste del país.
La hierba brota verde en los tejados que se mantienen en pie, pero los embarrados caminos de las ciudades de Nowshera y Charsada, en la devastada provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, recuerdan que la catástrofe les visitó hace nada, aunque los lugareños se afanen con las palas en volver a la normalidad.
Las tiendas de campaña están desperdigadas por cada mediana, en cada espacio útil, manadas de búfalos pastan separados a pocos metros de las comunidades de afectados que ahora viven al raso, y todavía muchos lugares, incluso los cementerios, están inundados.
La marca del agua no engaña, alcanzó más de dos metros en amplias zonas, y arrasó.
"El agua llegó de repente. Estaba lloviendo mucho pero no esperábamos una cosa así. Nuestra casa desapareció literalmente del mapa y cuatro familiares se fueron con ella, murieron en la riada", se lamentó a Efe Nusrat Manir, cuya vivienda estaba situada al lado del río.
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Fotos: IGB

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