martes, agosto 10, 2010

El silencio de la montaña...



A finales de julio se estrelló un avión Airbus de la segunda comapañía aérea de Pakistán contra las colinas de la Margala, en Islamabad. Ninguno de los pasajeros sobrevivió. El lugar del accidente está muy cerca de un complejo de ocio al que miles de ciudadanos van cada fin de semana a pasar el día, pasear o comer algo mientras disfrutan de una vista panorámica de la capital paquistaní. Algunos aficionados a la montaña también hacen senderismo por la zona. Días después de la catástrofe me desplacé con una colega a ver cómo estaba la situación. Para ello tuvimos que esforzarnos un poco y subir unas pendientes muy duras.
La verde montaña tiene ahora una llamativa calva marrón en el lugar donde se estrelló el aparato, algunos de cuyos restos todavía permanecen sin recoger. Al comienzo de la última subida, de la recta final para llegar a la zona cero, resulta lamentable ver cómo han quedado abanadonados en la naturaleza cientos y cientos de bolsas, cajas y botellas de plástico. Se trata de la comida y bebida de los operarios, periodistas o policías que trabajaron durante el día de la tragedia.

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