domingo, octubre 01, 2006

De donde los turcos. Neukölln

La Alemania del paro cero, mejor dicho, la del paro en números rojos, existió en su momento. Era una locomotora que corría como un avión y se les ocurrió llamarlo el milagro alemán. Hoy hay quien se lo toma a broma en un país donde desde hace años se coquetea permanentemente con la cifra de cinco millones de olvidados por un mercado interno ahorrador y que padece vértigo al crecimiento.
La Alemania capitalista del paro cero consumió vorazmente mano de obra extranjera para consolidar su portentoso desarrollo económico. Eran los llamados Gastarbeiter: muchísimos turcos y algunos españoles de los de Pepe vámonos p’Alemania, entre otros. Una de las primeras macroregularizaciones de inmigrantes en Europa la hicieron ellos y no un guaje de León. Ahora este tipo de cosas ya no se ven con buenos ojos, por lo visto ya está cubierto el cupo. Mira que es inoportuno que España reciba medio millón extranjeros al año, habrá que cerrar el grifo. Esto de ir concediendo derechos así como así no puede ser… que Schengen es un coladero de grano duro piensan desde Hendaia hacia arriba. Vaya qué buenos diplomáticos que son en el país germano –los franceses no les van a la zaga, no, no-, lugar donde actualmente viven cerca de 8 millones de acentos diferentes al alemán.

Los Gastarbeiter, como el nombre indica, eran trabajadores invitados. De esos de trabajar y tirar. Pero no todos lo interpretaron así, pues la mayoría se ha quedado décadas. Y siguen. Han echado raíces bien profundas y no demasiado germánicas precisamente. La integración por aquí es objeto de debate desde hace años, que hay quien hasta la adolescencia no chapurrea el Deutsch a pesar de tener pasaporte tricolor. Vienen dando lecciones sobre inmigración los que se han chamuscado con ella por errores que nadie les ha achacado.
Bueno pues yo vivo de momento en uno de esos barrios de antiguos Gastarbeiter: Neukölln. Nueva Colonia para entendernos, aunque la comunidad ya está bien asentada. El Berlín occidental. Estambul los domingos por la mañana y los martes de verduras frescas. De precios módicos. En realidad todo es módico y modesto, pero nada de guetos a la parisina, aquí la mezcla es lo que gusta. Uno se adapta fácilmente y además cada vez se ven más estudiantes. Y gente joven, aunque todavía no está de moda como para enamorar a las masas.

En la Alemania actual las calamidades del nazismo todavía se digieren en papilla. Es una losa demasiado vergonzante como para abandonarla después de apenas 60 años. No en vano, no olvidemos que ciertos gloriosos presidentes españoles todavía no son capaces de perdonar algunas conquistas musulmanas de cuando los ríos en el sur peninsular llevaban agua. Tanto odio perpetrado contra otros pueblos hasta el ocaso de la Guerra Total ha forjado una actitud de tolerancia acrítica hacia cualquier cultura que se arrima a tierras del Elba y del Danubio. Tal es así que la permisividad a veces resulta ofensiva y contraproducente. Algunos turcos, que son casi tres millones por aquí, viven en una Turquía costumbrista de hace 30 años en ciudades como Berlín o Munich, mientras que allí la modernidad no deja entrar el velo en las escuelas.
Neukölln es un fortín de comercio barato, segunda mano, tecnología punta y requetepunta, ropa hortera y mercados repentinos, té caliente con falafel y alguna que otra currywurst –la institución alimenticia berlinesa-. Calles empedradas con poco carril bici, hasta Kreuzberg casi no se pisan. Neukölln es agradable y divertido. Os lo prometo.


[poco a poco las cosas empiezan a encauzarse, no risk no fun, quien algo quiere algo le cuesta eran mis cantos de guerra para limar asperezas / mañana tengo una entrevista de trabajo en una escuela de idiomas, a ver si es el sitio adecuado y puedo terminar mi proyecto de investigación / a través de unos amigos he comenzado a colaborar para un diario que es una institución de la antigua Alemania comunista. Es un periódico básicamente de opinión, bastante ligado al PDS. Se llama junge Welt y escribo temas relacionados con España. Este esfuerzo me viene bien para mejorar mi alemán escrito / lo que todavía me sigue quitando el sueño es la búsqueda de piso. Ya son dos semanas largas y me comienzan a pesarme los huesos. Quiero asentarme!!]

3 comentarios:

A las 1:17 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

neukölln és un barri fantàstic, tot i que se li ha de trobar el què. no hi ha carril bici, però tampoc cal en una ciutat ciutat en què hi ha pocs cotxes i tothom respecta els vianants, els semàfors i, evidentment, les bicis. i quan arribi el bon temps (per al qual, allà encara falta mooolt), tindràs les cireres més dolces de totes :)

a bcn ja hem començat el curs. el primer dia vam tenir uns moments de record per als absents (paloma, imma, tu...) i un moment una mica surrealista protagonitzat per mi i un nou alumne i el divertimento consegüent per a tothom. hi ha coses que no canvien :)

 
A las 8:34 p. m. , Blogger azm ha dicho...

saludos tio, desde la barcelona cotorra que ya echaba en falta, un abrazo grande don igor

 
A las 8:04 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

ánimo con la búsqueda de piso...
tienes una visita pendiente a madrid en primavera. Y a ver si cuando yo vaya a Münster me puedo escapar a berlin, q me da mucha envidia cuando hablas de la ciudad....
un besito
bea

 

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