martes, octubre 09, 2007

La familia no está de moda

Los alemanes tienen un problema y es que apenas tienen hijos. Es un problema que también tienen los españoles y parece que la tendencia no va a experimentar un repentino cambio por mucho que Zapatero haya decidido conceder 2.500 euros por vástago y 210 de ayuda mensual para el alquiler a la juventud. Eso es sólo un caramelo, pero para hacer una merendola hacen falta más cosas. En Alemania, donde con ayudas ostensiblemente mejores desde hace años la sequía no se acaba, se ha apostado por revolucionar el ministerio de Familia.
Su titular, la democristiana Ursula Von der Leyen, se ha convertido en dos años en una de las caras más visibles del Gabinete de Merkel pese a ocupar una de las carteras tradicionalmente de menor peso mediático. Una doctora luchadora (49 años) y buen ejemplo para su cargo, pues tiene 7 hijos y se las arregla como puede con su marido para combinar la alta política de Estado con las tareas domésticas. En una conferencia reciente un periodista le preguntó qué haría si un hijo estaba enfermo y ese día tenía reunión del Consejo de ministros. Von der Leyen se lo pensó y dijo que a lo mejor Merkel se quedaba plantada.
A los alemanes les gusta estudiar con la calma, por eso se entiende que hasta casi llegados los treinta el grueso de la juventud aún esté estudiando. Luego viene la formación en la empresa y a escalar, escalar… en cuanto te das cuenta te pones en los treinta y muchos… pero esto la ministra lo quiere corregir. Desde luego, no con los consejos de la ex presentadora de televisión Eva Hermann. Ex presentadora, por fin, ya que hace un mes la cadena regional pública NDR decidió ponerla de patitas en la calle. Le habían venido avisando desde que publicó un libro en el que explicaba que la mujer estaba perdiendo su feminidad (Das Eva-Prinzip. Für eine neue Weiblichkeit), no nos metas en problemas que ya sabes que te respetamos pero no nos dejes en mal lugar… pero nada, su última ocurrencia ha sido publicar otro en el que se dedica a alabar la situación de la familia y el papel de la mujer durante el nazismo (Warum wir die Familie retten müssen, en español: Por qué tenemos qué salvar la familia).
Y es que la mujer ha perdido totalmente el rumbo, vaya tiempos. Esas ganas por trabajar y ponerse a la altura del hombre no se entienden. Y claro, no nos habíamos dado cuenta de que una mujer que no trabaja tiene mucho más tiempo para tener hijos y cuidarlos en la madriguera conyugal. Von der Leyen esto no lo tiene tan claro, qué alivio. No obstante, escribe el sensacionalista Bild –que buenos son éstos también- que ayer casi un millar de católicos aplaudió a rabiar un acto en el que Hermann tomó parte… Sabíamos las muchas quejas vaticanas sobre la familia pero eso de que les ponga el nazismo es muy fuerte. En fin, espero que por lo menos Eva se aplique sus principios y no vuelva a aparecer demasiado por los telediarios y las librerías.

3 comentarios:

A las 2:39 a. m. , Blogger azm ha dicho...

Y cómo lo lograron?... se pregunta el señor secretario de salud de esta nación, porque no se entiende como del otro lado las cosas funcionen a la inversa con incentivos para parir chamacos, cuando aquí 115 millones parecen no bastarnos y dale que te pego con eso de la chamaquiza... el último comentario de quién nos visito de tierras foraneas al subirse al metro de esta ciudad fue: ¿"pero de dónde salen tantos niños"? a lo que sólo puedo contestar... no lo sé

 
A las 1:55 a. m. , Blogger IGOR G. BARBERO ha dicho...

en Alemania pueden de momento más la ambición profesional y las ganas de progresar en sociedad que eso de la familia. Aunque siempre hay excepciones. Mi nuevo compañero de piso tiene 22 años y aunque aún está estudiando ya está pensando en la descendencia. No obstante, no deja de parecerme extraño. Quizás porque yo aún ni me lo planteo.También es cierto que hacerse un hueco en la sociedad moderna no sólo es más difícil sino también más divertido. Queremos disfrutar mucho más del camino. Y podemos... Eso no es malo, pero lleva tiempo.

 
A las 1:54 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

La vida no tiene que ser dura

 

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