sábado, enero 26, 2008

Carta al amigo preocupado

La marcha de Igortxu suscita asombro e inquietud entre algunos de sus bien estimados allegados. El aludido pretende a través de esta carta aclarar malentendidos y ofrecer tranquilidad. Sean mis deseos comprendidos ante el reto que se me avecina. Mi corazón seguirá siendo grande en Asia meridional.
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Estimado amigo,
te agradezco que te preocupes y me llega al corazón que me tengas tanto aprecio –el sentimiento es recíproco-, pero si de verdad me consideras tu amigo, deberás aceptar mi decisión. No es una decisión tomada al tuntún, sino que ha sido fríamente meditada, sopesada y finalmente asimilada y digerida.
Para un periodista, y eso es lo que yo soy, o por lo menos para el modelo de periodista que está en mi imaginario, la oportunidad de ir a un lugar como Pakistán en este momento histórico es sencillamente irrechazable. ¿Que tiene riesgo? Desde luego. Mucho más seguro estaría quedándome en Santander. Pero para eso hubiera optado por otro tipo de vida. Lo mío es explicar cosas, historias, cambios… también desastres, frustraciones y tragedias. Y el sur de Asia es en estos momentos la región más apasionante periodísticamente, en parte por su valor geoestratégico. Si en Alemania estamos los corresponsales peleando cada semana por vender temas, en Pakistán colocas un “urgente” casi cada día.
Pero no me voy a lo loco y a la tremenda. En primer lugar, voy como el informador de una agencia de noticias muy reconocida y solvente. EFE se ha encargado de arreglarme un buen contrato, no me va a faltar un seguro médico excelente y enseguida tendré un piso en condiciones. Asimismo me facilitarán numerosos contactos, a través de los cuales podré ir superando el choque cultural de las primeras semanas. En segundo lugar, se me está terminantemente prohibido viajar a las zonas consideradas de gran peligrosidad, como es la frontera con Afganistán –donde se refugia la insurgencia taliban y terroristas de Al Qaeda- o la provincia de la Frontera del Noroeste –donde los enfrentamientos con el Ejército están a la orden del día-.
El resto del país es bastante más seguro, siempre que uno se atenga a unas normas básicas y no se las salte a la torera. No me voy a meter a realizar investigaciones en células islamistas ni mucho menos. La mayor parte de mi trabajo, de hecho, lo desarrollaré en mi oficina.
Siempre se puede tener mala suerte, eso está claro. Atentados suicidas ha habido en Islamabad y en Lahore también, lugares considerados tranquilos y suficientemente vigilados. Aunque también es cierto que en este terreno uno no está a salvo en ningún lugar del mundo hoy en día. 11S, 7J, 11M… Debo recordarte que a finales de los años 80 ETA mataba una media de 150 personas, entre las que se incluían periodistas, abogados, políticos, empresarios y no sólo policías o militares. En Pakistán a por los periodistas, por suerte, no van. No es como en Irak, donde el año pasado asesinaron a más de 50. Aquí van a por los policías, los políticos y, sobre todo, a por el Ejército. Así que otra de las cosas que debo evitar son las concentraciones masivas, por ejemplo.
No sé si te dejo más tranquilo mi buen amigo. Al menos te digo lo que hay. Sé cuidarme y sé integrarme fácilmente en mis nuevos destinos. Son mis grandes armas.
Aprecio tu preocupación pero espero que sepas aceptar esta decisión. Para mí es como un sueño hecho realidad. Y estoy ansioso por comenzar.

Un abrazo de tu amigo Igortxu

Historias curiosas

En Berlín sí hay playa
Una antigua nave industrial para construir zeppelines en las afueras de Berlín es hoy el mayor complejo de ocio cubierto del mundo con lagunas y palmeras, saunas y atracciones acuáticas [leer artículo]
*me da rabia que en el diario al que tanto me he dedicado en los últimos meses no sean capaces, en ocasiones, de corregir el defecto de olvidarse las firmas en la edición digital. Es precisamente la edición digital el futuro del papel!!
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El show de 'Trueman'
Un berlinés muestra su vida las 24 horas del día en internet desde hace cuatro meses. Quiere reunir el dinero suficiente para cumplir su sueño: vivir en una granja como en una especie de comuna. [leer artículo y entrevista]

El gorrión

El violín suena agudo y me coge el corazón.
Miro por la ventana y veo caer la noche plana. Pero me imagino el día. Colores incesantes y gentes revueltas.
El salón es muy grande y permite mis movimientos emocionados. Me salgo de mi cuerpo porque me hace cosquillas. Son las cosquillas que me persiguen desde hace dos semanas.
Quiero acercarme ya al horizonte. No como un águila, sino como un gorrioncillo.

viernes, enero 25, 2008

Expertos alemanes ven un futuro de “gran inestabilidad” en Pakistán pero restan trascendencia a los peligros para los informadores
El periodista vasco Igortxu, que se desplazará el 9 de febrero a Islamabad para comenzar una nueva etapa profesional, ha recurrido a un previo asesoramiento
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BERLÍN.- Ante su inminente marcha a Pakistán el 9 de febrero, el periodista vasco Igortxu ha decidido encontrarse con algunos expertos en la región para asesorarse en la medida de lo posible antes de pisar territorio desconocido. Igor, que reside desde hace casi dos años en Berlín, departió el martes con el profesor universitario alemán Michael Pohly, quien desde los años setenta va a menudo a Afganistán para desarrollar investigaciones. A pesar de estar especializado en el país vecino, Pohly ha pasado largas temporadas en Pakistán también, sobre todo en la zona fronteriza entre ambos países.
“Pakistán es el país que más posibilidades de estallar tiene en estos momentos”, le explicó el profesor al periodista, quien no esperaba una afirmación tan contundente y en los momentos iniciales no pudo disimular su decepción. Desde su fundación, Pakistán, el país de “la bomba islámica”, ha atravesado un rosario de problemas, entre los que se pueden destacar su sangrienta división consumada en la creación de Bangladesh en 1971 o el sempiterno conflicto con la vecina India por la soberanía de Cachemira. Desde el 11 de septiembre de 2001 se ha abierto otro frente. La decisión del país presidido por el general Pervez Musharraf de colaborar firmemente en la lucha contra el terrorismo impulsada por EE.UU. ha creado malestar en el seno de grupos radicales islamistas. Eso sumado a la política de tolerancia a los talibanes de años atrás ha favorecido la consolidación de hormigueros de terroristas suicidas que ahora se vuelven en contra de los intereses del Gobierno. Es especialmente en la zona fronteriza con Afganistán donde los enfrentamientos entre el Ejército paquistaní y estos grupos se hacen más patentes.
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Zonas peligrosas
A este respecto Pohly aconsejó al periodista: “A las No go areas no se debería ir si no se conoce a nadie, si no se sabe adónde y a quién se va”. “De todas formas hoy día no te lo van a permitir”, matizó, como queriendo poner tierra de por medio a un deseo inexistente en el exhortado. El profesor ha penetrado casi todos los territorios considerados peligrosos en la actualidad, pero siempre acompañado de gente de la zona. Además se jacta de que en dos ocasiones, mientras estaba en Afganistán, incluso supo dónde se ocultaba el terrorista internacionalmente buscado Osama Bin Laden.
Para alguien que viaja por vez primera a Pakistán, la religión es un elemento muy importante a tener en cuenta. Es el eje central de la creación del Estado, una patria para los musulmanes, consagrada al Islam. En este sentido, Pohly apuntó: “Hay que tener cuidado de cómo se expresa uno en torno a la religión. No he visto en ningún país, salvo en Pakistán, gente rezando en la carretera porque la mezquita estaba llena. En Irán, por ejemplo, eso no existe”. El Islam y su traslación a la vida política acaba dibujando un papel difícil para la mujer, lo que conduce a ciertas paradojas, según el profesor alemán: “En Pakistán la contradicción es que hay muchas mujeres bien formadas intelectualmente pero pocos trabajos para ellas”.
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Comicios convulsos
El próximo 18 de febrero tendrán lugar las elecciones parlamentarias tras haber sido pospuesta la fecha inicial con la interrupción de la campaña electoral por el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto el pasado 27 de diciembre. Desde entonces se han sucedido varios ataques terroristas y momentos de cierta convulsión. A Pakistán vinieron también investigadores de la policía británica Scotland Yard para esclarecer las causas del atentado. De momento, no se han podido extraer conclusiones definitivas. La esperanza de poder celebrar unos comicios transparentes y justos que agilicen el proceso democrático en el país ha sido cercenada. Aún así, Musharraf ha reiterado en diversas ocasiones su voluntad de que así sea, escudándose en la presencia de numerosos observadores internacionales. A este respecto, Pohly considera que “la democracia, de la manera que en Occidente la entendemos, no va a darse nunca en Pakistán”. Un juicio categórico que el periodista que escribe estas líneas no comparte en absoluto y espera desterrar en un futuro, aunque éste no sea próximo. Los meses venideros marcarán sin lugar a dudas gran parte del porvenir de Pakistán. Igortxu confía y desea que se produzcan avances positivos.
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Sin discurso sobre su historia
No ha sido éste el único encuentro que Igor ha mantenido esta semana. El miércoles en la Fundación para Ciencia y Política de Berlín, el periodista tuvo la ocasión de conocer a uno de los politólogos de mayor renombre en Alemania en el campo de Asia meridional, Christian Wagner. Desde hace más de tres décadas sigue Wagner la evolución de la región y en los próximos meses volverá a desplazarse a Pakistán.
En un tono claramente más optimista que el de Pohly, el politólogo germano aseguró que en Pakistán “no hay falta de análisis”. “Se conocen de sobra los problemas pero no se sabe cómo resolverlos”, dijo.
Asimismo añadió que “resulta difícil comenzar nuevas discusiones”. Según Wagner éstas “son siempre las mismas” y giran además continuamente en torno a “preguntas muy estratégicas”, con el agravante de que “el país no tiene un discurso claro sobre su propia historia”.
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Temas tabú
No obstante, el politólogo apuntó que eso no viene fundamentado en un aletargamiento de la sociedad paquistaní. Todo lo contrario. Wagner cree que “la sociedad civil paquistaní está muy viva”. Aunque eso sí, “no salen nuevos partidos que consigan introducirse en las estructuras”. Es conocido que en varios países asiáticos la política y las formaciones que la desarrollan están muy relacionados con clanes familiares. En este sentido, quiso abundar en dos grandes temas que, según su opinión, son considerados tabúes en Pakistán: “las familias y las castas”. Respecto al primero, Wagner señaló que éstas comprenden “una estructura muy grande que cuenta a menudo con extensiones por todo el territorio”. En cuanto a las castas, el experto dijo que sobre ellas “no se habla con normalidad”. “Es una herencia hindú. En el Islam esto no se contempla”, apuntó. De todas maneras, sin obviar las exclusivas características que se pueden atribuir a las gentes de Pakistán, Wagner concluyó que “uno se encuentra a todas luces ante una misma civilización” [en referencia a la India]. Tal es así que alguien que haya estado en la India, como en el caso del aquí firmante, no se va a sentir muy extraño en un lugar como el Punjab. Esta región oriental viene a significar aproximadamente la mitad de la población del país. “Y mucho menos un informador y una persona abierta como tú”, apuntó Wagner, quien remató: “Eso sí, tendrás que tener amplitud de miras y abrirte a las costumbres de tu sociedad de destino. Si lo haces, apreciarán tus esfuerzos”. No cabe duda, que Igortxu tiene muchas ganas de entender a los pakis.

jueves, enero 24, 2008

El horizonte

Dejo una ciudad que cicatriza desde hace casi dos décadas, antes con ginebra pero ahora con buen vino, los desastres de dos visiones enfrentadas del mundo. Primero había padecido ya las fatales consecuencias de una única idea contra todo lo diferente, lo desajustado y extraordinario. Esas visiones ya no existen. Fueron las del siglo pasado. Europa derramó mucha sangre. Ahora se imponen otras. Algunas tratan de hacerse ver. Otras todavía no saben cómo deben ser vistas. Y hay aquéllas que desconocen cómo quieren verse. No obstante, todas caminan de una u otra manera. Ésa es la grandeza de Asia: el horizonte en el que aparece un sol gigantesco que da luz pero que también puede abrasar. Allí voy.

sábado, enero 05, 2008

mi espacio