jueves, agosto 30, 2007

La otra caída del Muro

La parte más extensa de la frontera erigida en Berlín en 1961 por la dictadura comunista se deteriora. Su estructura se corrompe y las pinturas que la convirtieron en atracción turística apenas se aprecian. La ciudad quiere corregir la situación pero el dinero no llega [leer reportaje]
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El Memorial del Holocausto también se resiente [leer despiece]

lunes, agosto 20, 2007

¿Es la leche el nuevo oro líquido?

La subida de los precios de los productos lácteos en Alemania ha recuperado la hipocondría económica. Aún así los ganaderos no están satisfechos. Además la coyuntura mundial no es muy favorable: la demanda sigue aumentando mientras la producción se estanca. [leer artículo]

jueves, agosto 16, 2007

La peor victoria del terrorismo

El temor a un atentado impregna desde 2001 las políticas de Interior y conduce a la socavación paulatina de derechos fundamentales, según muchos expertos. En seis años, Alemania ha bajado del puesto 7 al 23 en la clasificación de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras [leer artículo y despiece]

lunes, agosto 06, 2007

El pollo calcinado

Hace meses que mi blog dejó de ser blog. Me esfuerzo poco por publicar alguna entrada original y acabo utilizando el recurso de colgar algún reportaje o crónica. Sin embargo, me he propuesto que esto cambie y voy a intentar escribir pildoritas de actualidad con una cierta frecuencia. Lo prometo.
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Este sábado asistí al Festival de Cerveza del barrio de Friedrichshain en Berlín. Un par de kilómetros atestados de puestos donde consumir la rubia líquida. Siempre me ha impresionado la cantidad de fábricas que hay en Alemania. Me dicen que sólo en Berlín hay cerca de 30 marcas distintas. En esta imitación prusiana de la Oktoberfest munichesa pero a lo barato -en Baviera una jarra de litro cuesta 11 euros, en Berlín 6- también se podían degustar algunos de los platos más tradicionales de la cocina germana. Cometí el error de comer un alargado choricillo, fino y rojo, de unos 30 centímetros lo menos. Desde luego, el embutido de aquí no le hace sombra al español. Se me quedó un mal de estómago terrible porque esa tarde presencié en directo una de las mayores idioteces que he visto.
Un grupo de cinco americanos se quemaban los unos a los otros el vello púbico. Prendían el matojo con un mechero, aguantaban cuatro segundos y apagaban la pequeña hoguera. A continuación festejaban y reían el ritual con un vergonzoso talante cavernícola. Estaban ebrios, vale, pero… ¿justifica el estado semejante estulticia? ¿Y más aún en público? –con mis perdones, pero en privado hagan lo que quieran, como si en vez de depilarse con “cerilla” se los arrancan a dentadas- La vida no deja de sorprender. A menudo dolorosamente, por desgracia.
Hablé con los amigos que me acompañaban en la velada y llegamos a la conclusión de que esta gente es estúpida por naturaleza. Siempre confías en que en todo lo malo hay algo bueno, tienes esperanza de que la gente conozca lo que es el sentido común, el respeto hacia los demás y otra serie de cosas por el estilo. Confías, aunque sabes perfectamente que las escalas de valores de unos y otros son muy distintas. Y sólo sirve para decepcionarte. La quema del matojo me dejó un hedor a pollo calcinado en las fosas nasales que me obligó a abandonar el lugar, asqueado y con el estómago revuelto. Por suerte, la velada prosiguió de mejor manera.

domingo, agosto 05, 2007

Alemania aún no quiere oír hablar del 'fontanero polaco'

Desde la ampliación de la UE mantiene restricciones a la libre circulación de trabajadores de los nuevos Estados del Este. La buena marcha de la economía y la falta de mano de obra cualificada han puesto sobre la mesa una posible apertura de fronteras en 2009. Leer artículo y despiece